Como en cualquier etapa del Camino, en esta, de Estella a Los Arcos, caminamos junto a peregrinos que llegan de cualquier parte del mundo, unos haciendo el Camino solos, otros en grupo, caminando o en bicicleta, pero todos con el mismo objetivo: hacer bien el Camino y desear eso mismo al resto.
Comenzamos en la popular fuente del vino, que según las guías aporta "refuerzo energético" al peregrino, al ser el comienzo no lo necesitamos, nuestras energías eran suficientes y no hicimos uso de él.
Después de hacernos la foto de grupo junto al Monasterio de Irache y del Museo del vino, empezamos a andar, en la primera parte entramos en el último bosque autóctono del Camino en Navarra, con encinas, quejigos y robles, por una bajada continuamos hacia Azqueta rodeando el pueblo por la derecha, caminamos entre viñedos hasta el aljibe medieval de Monjardín, justo antes del pueblo y situado al pie de un monte con las ruinas del castillo.
A partir de Villamayor de Monjardín atravesamos campos de cereales (ya recolectados en esta época) y viñedos durante gran parte de la etapa, divisando en la lejanía, suaves colinas de atractivos colores rojizos.
A 2 Kms. de Villamayor la última fuente (esta vez de agua) hasta los Arcos, un pequeño pinar a la izda. de la marcha anuncia el final de nuestra etapa.
Después de comer en el restaurante Mavi (una vez más acertamos con el sitio elegido) y del rato de tertulia, visitamos la Iglesia de Santa María, con portada plateresca, claustro gótico, retablo barroco y cúpula de yeserías pintadas, una joya que hicimos bien en visitar y que puso fin a esta bonita etapa del Camino de Santiago.
una parada para contemplar el aljibe
pudimos disfrutar de estos colores durante gran parte del recorrido
el cartel nos anuncia el final de la etapa
